Si de algo me ha servido andar en rutas, camionetas, bus, o como sea que se llame en cada estado, es que me ha permitido observar a cada persona, su forma de ser, de actuar, de hablar. He logrado entender que cada persona es un mundo, cada persona es una caja y que si te atreves a abrir encontraras muchas cosas. Pero parece mentira que a pesar de que esas cajas tengan cosas tan valiosas por dentro, Se empeñen en llevar siempre un disfraz solo para creer que están bien con la sociedad; sociedad que no hace nada por sentido propio, sociedad que te señala y juzga por no vestir, pensar o creer de una manera particular, absurda sociedad que no sabe lo que hace.
Es hora de revisar la agenda a ver que tengo para hoy, me encuentro con tacones, labiales, faldas, secadores, planchas, eventos musicales, eventos religiosos uno diferente a otro, compromisos sociales a los que debo asistir vestida de cierta manera, porque así estará la mayoría, hacer esa llamada que no se puede olvidar todos los días, ir de compras porque la ropa que tengo ya paso de moda. ¿moda?, si moda algo que nos consume día a día, y nos daña poco a poco, moda absurda e incontrolable que se apodera de cada una de las cajas impidiendo ver lo que hay adentro. Moda que acaba con la originalidad de cada mundo, moda que nos hace pensar igual a otros, moda que no nos deja razonar, moda perturbadora ¿Por qué estás ahí?. Pienso, siento y creo que es momento de ser auténticos, de demostrarnos lo que realmente somos, seguramente somos mucho mejor que lo que dejamos ver. He decidido arrancar la hoja. Lo siento pero en mi agenda no hay días para ti.
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El arte de ser quien eres